El arte del grabado

“Por si no lo saben, de eso está hecha la vida, sólo de momentos; no te pierdas el ahora” escribió Borges en 'El Hacedor', un hermoso libro ‘miscelánea que el tiempo ha compilado’ (así lo llamó el autor), que se publicó en 1960 y donde se mezclan poemas tan sugerentes como ‘El reloj de arena’ con pensamientos y textos en prosa tan importantes como ‘Borges y yo’. En todo caso, un ejemplar imprescindible en cualquier biblioteca y un buen regalo para pedir a los Reyes Magos.

Y, como hablamos de momentos, déjenme que les diga que estamos ante una oportunidad única: en la sala José Elbo del Centro Cultural Hospital de Santiago, en Úbeda, se podrá visitar hasta el 8 de enero del 2023 la exposición ‘El Arte del Grabado en el Siglo XVI”: estructurada en diez áreas temáticas, ciento cincuenta grabados originales nos transportan al arte y los artistas europeos de hace cinco siglos, desde Alberto Durero a Goltzius, pasando por Lucas van Leyden, Cornelis Cort, Veneziano, Johan Sadeler, Raimondi o Mommart, y así hasta setenta maestros grabadores y pintores. Las obras que se exponen -y el hecho es una rara avis en España- proceden de una colección privada y atesoran una calidad extraordinaria. La muestra está teniendo una acogida excelente entre los ubetenses y también van a poder disfrutarla los alumnos de colegios e institutos en actividades programadas y cuantas personas se acerquen a visitar la Ciudad Patrimonio en las semanas venideras, sobre todo en los puentes de diciembre y durante las próximas fechas navideñas.

Como ha señalado en la Introduccion del libro-catálogo (más de 240 páginas a todo color patrocinado por Fundación Caja Rural de Jaén) el comisario de la exposición, el académico Antonio Almagro, ‘la presencia y difusión de grabados en los talleres de los siglos del Renacimiento y de toda la Modernidad era generalizada’. La estampa se utilizó como modelo y punto de partida en la creación de obras de pintura y escultura, también de arquitectura; algo que se nos antoja de especial importancia. Así, el grabado, en su origen utilizado como simple ilustración bibliográfica con un palmario sentido ejemplificador y educativo o simplemente decorativo en forma de orlas y letras capitales, va a evolucionar, se va a independizar de las páginas de los libros para convertirse en un admirable y magnífico medio de expresión artística y de difusión de modelos y series iconográficas de naturaleza religiosa (Antiguo y Nuevo Testamento, cristología, mariología y hagiografía) y mitológica; sin olvidarse de otras variadas y fecundas temáticas: vida cotidiana, escenas de género, naturaleza, paisaje, cartografía, simbología, artes, ciencias, alegoría, retrato, etc.). En definitiva, un camino de ida buscando el encuentro y la consideración otorgada a las denominadas artes mayores; y otro de vuelta, en el que el grabado se convierte en recurso preferente para la difusión de obras ya existentes -generalmente de pintura y dibujo- y, así, promover la ‘democratización’ y el conocimiento del arte, acercándolo a un público más vasto e internacional.

La exposición merece la pena y, seguramente, el amante del arte la visitará más de una vez. Que la muestra se celebre en Úbeda, una ciudad renacentista que se cimentó y creció en el siglo XVI, es un atractivo añadido y, precisamente por eso, recordando a Borges, no hay que perderse el ahora…