Estilo olivar

Juan José Almagro

Un feliz 25 de julio

Los españoles son felices porque sí y lo afirman el 80.4 por ciento de los encuestados, según el CIS

Caluroso y festivo el 25 de julio en Madrid. Poco antes de las diez de la mañana ya hay formada una gran cola de personas, en su mayoría jóvenes vestidos deportivamente, ante una de las puertas del estadio Santiago Bernabéu, precisamente la que permite el acceso al Museo del Real Madrid, uno de los más visitados de España según dicen. A la misma hora, ante las puertas del Museo del Prado -el templo sagrado de la pintura en el mundo- la cola es escasa y las gentes que esperan no son tan jóvenes. Caras sonrientes, eso sí, en los dos museos. Seguramente, digo yo, porque según recogen los periódicos y una reciente encuesta del CIS (Tezanos ‘dixit’), los españoles son felices.

Y no lo son porque estén de vacaciones o en trance de tomarlas, que pudiera ser. Los españoles son felices porque sí y lo afirman el 80.4 por ciento de los encuestados; no lo son el 11.4 por ciento y, para que cuadre la cosa, un 7.7 por ciento relata que “depende”, “según” o “en parte”. La encuesta, la primera que el CIS realiza sobre felicidad y valores sociales, nos revela también que los que más dudan están entre los mayores de 54 años y los más jóvenes (el tramo de 18 a 24 años) los más felices; por sexos, los hombres son tres puntos más felices que las mujeres (79%), o eso dicen. Lo curioso es que la encuesta se hizo entre el 26 y el 28 de junio y todavía la selección de futbol no había ganado la Eurocopa y los políticos seguían a lo suyo, es decir, riéndose de nosotros desde su verbo descarnado, su polarización y su mala educación parlamentaria.

Pero esto es lo que hay, y la historia se repite aunque nos parezca extraño: en el verano de 2019, solo hace 5 años, se publicó la Encuesta sobre Condiciones de Vida que incluía un módulo sobre bienestar y se había realizado en todos los países de la Unión Europea de forma armonizada y resulta que, aproximadamente, las dos encuestas coinciden en resultados aunque no sean exactamente iguales. La de hace cinco años también reflejaba una satisfacción de los españoles encuestados que alcanzaba 7.3 puntos sobre 10, siendo la satisfacción mayor entre los más jóvenes, casi 8 puntos, para descender hasta los 6.9 puntos en los mayores de 65 años. Y resultaba entonces curioso que una de cada cuatro personas tenía un grado de satisfacción de 9 a 10 puntos y sólo el 6.1% de los encuestados situaba su grado de satisfacción entre cero y cuatro puntos.

Y, digo yo, si con lo que estaba cayendo cuando se completó la encuesta del 2019 y la que está cayendo ahora nos sentimos mayoritariamente satisfechos y felices, o lo que sea, Borges tenía razón cuando en “Los Conjurados”, su último libro, escribía: “Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el Paraíso”.

Tiempo de calores, vacaciones y meditación. Como escribe Benítez Reyes en su recomendable “El intruso honorífico”, hay que acogerse a un lema melancólico: “Si no puedes ser el octavo sabio de Grecia, al menos dedícate a divagar”. Y en eso estamos.

Felices vacaciones, faltaría más.