Génesis capítulo 7 “Y Jehová dijo a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca… de todo animal limpio tomarás siete parejas… También de las aves de los cielos…” de esta forma ese Dios terrible destruyó el mundo y a la vez lo salvó. Que luego Noé plantara vides, hiciera vino y terminara beodo y desnudo es muestra de que los humanos como las cabras vuelven al monte.
Saco esta historia tan interesante del antiguo testamento, pues es el Arca de Noé una herramienta de total actualidad y me explico. Hace unos años el Partido Popular zozobraba entre multitud de casos de corrupción, ministros, presidentes autónomos, alcaldes, concejales, hasta un desconocido M.Rajoy… era tal la extensión del latrocinio que temieron por su desaparición, que un diluvio de indignación acabara con ellos.
La solución fue construir un arca de Noé que les permitiera salvar el partido y lo que es más grande los intereses que representan. Pues manos a la obra, crearon un nuevo partido al que le llamaron Ciudadanos, al que en caso de hundimiento total le dejarían el negocio y cuando menos durante la travesía serviría para acoger a los votantes de derechas más escrupulosos con la corrupción. Una vez pasado el diluvio, la cosa no fue para tanto, ya sabíamos que por ahí no hay muchos tiquismiquis y procedieron a desmontar el Arca y tal que Noé ¡Viva el vino!
El problema es diferente en el caso de que el diluvio no sea Universal, ni siquiera Nacional, sino más bien local. La solución vale pero necesita ajustes, un poco más de imaginación, arca si pero esta vez de madera de olivo, adaptada a navegar en el mar del agravio, un sentimiento que afecta a la dignidad, por el trato injusto que nos dieron. En el arca para sortear la marejada de agravio que padecemos en Jaén, por el maltrato secular de las administraciones y por sus incumplimientos, podríamos caber todos, pero no hay sitio. Los elegidos no pueden ser de derechas ni de izquierdas, solo de Jaén Jaén y dolidos por la falta de infraestructuras. Los agraviados por los derechos, la igualdad, la educación, la vivienda pública, el machismo, el cambio climático… esos no caben en el Arca. Claro esa nave, al igual que la que navegaba en la corrupción solo vira a estribor y es a ese costado al que pretende salvar, con 100 medidas o con 500, las que hagan falta, con tal de rescatar a quien en esta ciudad lleva décadas navegando a la deriva o al pairo, que hoy nos levantamos marineros.
Una última observación, con la mano en el pecho y dolido por la pérdida de la Alcaldía por un equipo que funcionaba, era honesto, transparente y han dejado una huella positiva en Jaén, una pena. A los recién llegados no voy hacerles un Rajoy que dijo “que se hunda España que ya la levantaremos nosotros”. Les deseo un mandato de éxitos para la ciudad, pues no nos podemos permitir perder más el tiempo, Jaén se merece acabar los proyectos iniciados, trabajar sin descanso por conseguir una ciudad donde podamos ser felices. Con el ojo avizor estaremos, para que no se alejen de la ruta prometida, que la deriva sea mínima.
Salud.