Hay muchas formas de ser de derechas, la más usual en Europa es la Derecha Liberal en lo económico. El mejor ejemplo es la de los Países Bajos, con un buen nivel de vida y un urbanismo disperso que propicia el individualismo, ellos son los creadores de: Mi coche, mi casa, mi jardín… es una derecha que gobierna con pocos impuestos (acordaros de la patriota Ferrovial) y por tanto ofrece pocos servicios. Sin embargo en lo social son avanzados, defienden el aborto, las comunidades LGTBI tuvieron allí su santuario desde hace muchos años y la igualdad entre hombres y mujeres está más desarrollada. A la vez tienen políticas de medioambiente y movilidad que aquí llamaríamos progresistas.
Hay otra derecha, rancia en lo social, casposa, como la de Hungría o Polonia. Integristas cristianos que practican la censura, persiguen gais, son antiabortistas, xenófobos y en general negacionistas.
Hay una tercera derecha y es la de la mentira, que tan bien practicó la derecha británica ProBrexit y en USA Donald Trump que le dio nombre al movimiento. Estos no inventaron nada pues ya Joseph Goebbels en los años 30 desarrolló toda una técnica, donde podía construir una verdad en el imaginario colectivo mediante la reiteración sistemática de una mentira.
¿Y la derecha española?, pues son unos campeones al sumar los principios de las tres derechas aquí descritas, (Como diría mi madre “Jomio que completicos”). En lo económico vienen de la escuela de la autarquía, lo de liberales es de reciente incorporación, por eso lo de ese toque tan genuinamente hispano, donde defienden el sector privado, tan privado como que es suyo, y al que benefician, se benefician, desde los despachos oficiales.
En la moral no evolucionaron, se quedaron en la dictadura: en la ley de vagos y maleantes, en el “no se resistió lo suficiente”, los que Dios mande, en Una Grande y Libre… En el medioambiente son negacionistas, pronucleares, procarbón, defensores del uso del coche para todo, contra la agenda 30, no creen en las zonas de bajas emisiones, entienden la naturaleza como si de una mina se tratara, hasta que se agote.
Donde alcanzaron la excelencia es en el uso de la mentira, son todos unos campeones. No me digáis el mérito de Feijoo “Fakejóo”, es impresionante el desparpajo con que se despachó en el debate, sino fuera por el entrenamiento que llevan sería increíble, acordaros de cómo nos mintieron cuando Aznar trató de negociar con ETA. Nos mintieron en el atentado del 11M. Nos mintieron con la guerra de Irak. Nos mintieron con los recortes de M. Rajoy (quien será ese). Nos mintieron con la corrupción.
Hace unos días Feijoo nos mintió en el debate electoral, con la estimable colaboración de los dos periodistas “moderadores”. Lo mismo le daba decir que el PP había votado a favor de la actualización de las pensiones con el IPC, como decir que Podemos no había suscrito el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, o que este gobierno había creado menos empleo que el de Rajoy. En el debate Feijoo habló del Falcon y de ETA con tal de no hablar de sanidad, educación, libertades, ni del socio Vox o de su afición por la narconaútica. Mintió una y otra vez con el fin de crear una realidad paralela, de forma que el PP no se mostrara tal como es.
En estas elecciones nos jugamos algo más que unos puntos en la tabla de la Renta, nos jugamos la convivencia y lo que es más importante la democracia. El 23 no faltéis.
Salud.