La tirilla

Santiago Donaire

El olvido, un arma letal

Qué pronto olvidamos y es que la nostalgia es reaccionaria y la precisa memoria revolucionaria, por eso no quieren Memoria histórica

Visité hace unos días lo que queda de la Exposición Universal de 1958 en Bruselas, donde su mayor exponente es el famoso Atomium, fue la época del despegue de la Europa democrática, del crecimiento económico, de la Comunidad europea del carbón y el acero. Esa es la parte que nos cuentan, la que quieren que prevalezca, pero hay también otra cara oculta que muestra la barbarie de dónde venimos. Por entonces Bélgica era la potencia colonizadora del Congo y para la exposición se trajeron 2 centenares de congoleños y los ubicaron dentro de un recinto donde simulaban una aldea, era el Kongorama, rodeados de una valla de bambú a través de la que los visitantes los observaban y les lanzaban monedas y plátanos. No les venía de lejos, ya desde finales de siglo tenían un zoo humano.
Se podría pensar que fue un caso aislado fruto de la barbarie belga, pero nada de eso. El referente en democracia, los Estados Unidos de América, no permitía que sus ciudadanos afroamericanos asistieran a los centros educativos de los blancos, ni compartieran transporte público, ni trabajo, era la segregación racial, el racismo. Racismo aceptado como normal donde Occidente bajo la excusa de propagar la democracia invadía y sometía a países de otras razas.

No faltará quien diga que en España eso no pasaba, que en esta unidad de destino en lo universal no había racismo, y es que aquí no precisábamos “diferentes” para segregar y explotar, con los propios ya les bastaba, la segregación era de clase. Sin democracia, no había Sanidad universal, ni educación, ni derechos. Sin ir más lejos la mujer española, no podía tener cuenta bancaria, ni comprar pisos, ni conducir, ni divorciarse… Qué pronto olvidamos y es que la nostalgia es reaccionaria y la precisa memoria revolucionaria, por eso no quieren Memoria histórica.

Cuando referimos lo ocurrido en el pasado más reciente, la derecha nos dice que hay que mirar para el futuro y olvidar el pasado, son los mismos que interpretan la historia, nos hablan de viejas reconquistas, de la conquista de América, de más muros y menos moros, de Roberto Alcázar y Pedrín. Satanizan el Estado del Bienestar que nos hemos dado y quieren vernos en la casilla de inicio, bajo la ley del más fuerte, que no es la de sus votantes, situados con su pasividad ante las injusticias y los abusos, en el lado del opresor.



Aquí los paramos el año pasado y en esta semana lo hicieron en el Reino Unido y en Francia, pero el peligro del fascismo no es por ser una ideología es por ser una patología muy peligrosa. Sin duda la mejor vacuna es más justicia social, derechos e igualdad.

Salud.