Se ha extendido la impresión que en las elecciones europeas vamos asistir a un ascenso de las derechas y más en concreto de la extrema derecha, de que pintan bastos. La historia a veces se vive en procesos cíclicos, donde volvemos a situaciones por las que ya pasamos, caemos en la misma piedra una y otra vez.
La juventud es rebelde por naturaleza, se rebela siempre contra el poder establecido, así lo hizo en el Mayo del 68, aquí contra el franquismo, después se levantaron con el 15M frente al bipartidismo y la corrupción, ahora me temo que al menos parte de ella se rebela contra el Estado del Bienestar. Lo que estamos viviendo es muy diferente pues los tiempos no son iguales, en la actualidad la opinión es moldeada en muchos casos desde los medios de comunicación y desde las redes sociales, los poderosos ya no tienen que comprar los medios, les basta con ser sus mejores clientes (MAR dixit).
Europa es una isla completamente diferente al resto del mundo, es un espacio de derechos y coberturas sociales. Leía no hace mucho que Putin teme más la influencia de Europa que a los misiles, acordaros como el principio del fin del franquismo lo trajeron las suecas en las playas de los años 60. El gran objetico de la extrema derecha y la derecha extrema es acabar con la justicia social y los derechos sociales que tanto nos costaron. Desde el neoliberalismo nos ofrecen la Libertad de las cañas, la de explotar a los más débiles, privatizar, o bombardear niños, sin duda es el Fascismo.2
Ver como aplauden en Madrid a Marine Le Pen, que en su programa lleva cerrar las fronteras a los productos agrarios españoles, es cuando menos chocante. No menos que cuando asistimos a las reivindicaciones de ciertos agricultores españoles que piden la desregularización de las normas europeas y a la vez reivindican más y mejor PAC. Algo así como Abascal que vocifera con acabar con los chiringuitos, cuando él lleva toda su vida viviendo de ellos, eso sí sin dar ni clavo. Lo más preocupante son los votantes que han cosechado entre los que llegan a fin de mes gracias a la cobertura social, beneficiarios de la subida del salario mínimo o jubilados que recuperaron poder adquisitivo cuando otros se lo quitaron.
En las elecciones del próximo 9 de Junio está en juego la Europa que generó el mayor periodo de prosperidad y de libertad. No podemos permitir que bajo las promesas de una falsa libertad nos cuelen la desintegración del Estado del bienestar y la vuelta a las fronteras y al nacionalismo. Hoy más que nunca hay que ir a votar, necesitamos Mas Europa, por los derechos, la igualdad y la integración de los pueblos.
Salud.