La tirilla

Santiago Donaire

Falso progreso

Sigo manteniendo que el Centro Comercial Jaén Plaza no contribuirá al progreso y modernidad de nuestra ciudad

 Falso progreso

Plaza de la Constitución.

Hace poco publicaban en un grupo de redes sociales, una foto de la Plaza de la Constitución en los años 60 (entonces plaza de José Antonio), donde habían sustituido las famosas palmeras por una glorieta en el centro, asfaltando el resto, como la glorieta de los pavos pero sin pavos. Entonces aquello se nos vendió como una contribución al progreso, a la modernidad. Quitaron el sitio a los vecinos que allí jugaban, hablaban, comerciaban, descansaban, pelaban la pava… eso que llamamos socialización y se lo entregaron a unas centenas de coches dando vueltas a la rotonda. Cambiaron una plaza de todos por una rotonda peligrosa y ruidosa de unos pocos. Cualquiera que en aquella época lo hubiera cuestionado y no lo digo por la falta de libertades imperante, sino porque cualquier crítica hubiera sido tildada de ir contra el progreso y la modernidad. Era otra dictadura, la del falso progreso.

La dictadura del falso progreso sigue hoy tan vigente como hace 60 años, continúa demonizando a quienes al abrigo de un saludable espíritu crítico, dudamos de que todas las actuaciones urbanísticas que toman nuestros políticos, sean en beneficio del bienestar de los ciudadanos. Sigo manteniendo que el Centro Comercial Jaén Plaza no contribuirá al progreso y modernidad de nuestra ciudad. Por mucho que digan que el Nevada de Granada es un éxito, y que nosotros en Jaén no podemos ser menos, nos confunden pues el éxito de público en el centro comercial es el éxito de sus promotores, no el de los vecinos y vecinas. Cuanto más lleno el centro comercial más vacías nuestras calles y más perdemos todos. Aumentará el transporte motorizado que llenará las calles de coches y las vaciará de peatones, con lo que serán más inseguras. Se destruirá comercio local, el de nuestros vecinos y el de los pueblos de la provincia que también cuentan. Ese argumento capitalino duele, cuando dicen que muchos de los clientes son de la provincia, como si nuestros vecinos de Úbeda, Mancha Real o Martos no tuvieran en riesgo la cohesión de sus pueblos.
No quiero dejar el problema sin aportar que hay otros modelos que funcionan, ciudades que han renunciado al abandono del centro de la ciudad. Os invito a conocer el modelo de Pontevedra, una ciudad de tamaño casi como la nuestra, que optó por renunciar a las grandes superficies y apostar por el centro de su ciudad, lo hicieron en su mayoría peatonal y con multitud de comercios, es impresionante la vida que tiene. También hay que tener en cuenta la necesidad del llamado desarrollo sostenible, un desarrollo consciente de que la naturaleza es finita por lo que hay que consumir de forma respetuosa con el medio ambiente, que comprar decenas de blusas al año, como nos ofrecen las grandes cadenas de ropa barata. no es sostenible por mucho que nos vendan que ahí está el progreso.
Para cierre permitirme una predicción como técnico que soy, no voy de oráculo: En navidades con el Jaén Plaza abierto al 100% habrá un atasco de dimensiones desconocidas en Jaén, comprometiendo la movilidad de buena parte de la ciudad, zona industrial y universidad. Solo es la consecuencia de que nos han engañado o nos hemos dejado engañar con unos accesos a todas luces insuficientes.

Salud.