Para estas fechas lo más propio sería que la tirilla se centrara en recordar lo ocurrido en 2021: COLCE, el tranvía sigue en cocheras, Castillo, el despoblamiento, el tren que se muere, la pandemia, el volcán de La Palma, salario mínimo, reforma laboral, la pensiones, eutanasia, la permanente obstrucción de la derecha, la última del Rey ladrón… Hay que priorizar y el escaso espacio lo dedicaré al futuro que pretende negarnos el neoliberalismo, poniendo sus sucias manos en la Sanidad Pública, en la salud de todos y todas.
Despedir a 8.000 sanitarios a las puertas de la 6º ola, nos ha traído la saturación de la atención primaria y hospitalaria. No es un error del Gobierno de la Junta de Andalucía, obedece a una estrategia, la que en otras comunidades ya ejercitan desde hace tiempo. Es un torpedo directo a nuestro bienestar, a la salud de los andaluces y andaluzas. Un solo objetivo los mueve y es destruir la Sanidad Pública mediante su deterioro, para así dar entrada a las grandes corporaciones sanitarias, al negocio, al mercado. Mientras la lista de espera en la sanidad andaluza se dispara, el Vicepresidente de la Junta afirma que contratar a los sanitarios despedidos no solucionaría nada, además de desatender nuestra salud nos toman por memos. La Comunidad de Madrid, baluarte del neoliberalismo, dio una vuelta más de tuerca, hostigando y culpabilizando a los sanitarios, con ello corren una cortina de humo, ocultando su nefasta gestión y la reducción presupuestaria. Pasaron de los aplausos a los insultos, (más que de aplausos, son de ondear la bandera nacional, que les vale para todo, incluso contra la pandemia).
Estimados y apreciados sanitarios, que sepáis que somos muchísimos más los que os estaremos eternamente agradecidos, pues para cuidarnos habéis puesto vuestra vida frente a la pandemia. Nuestro reconocimiento por la dedicación, trato exquisito, generosidad, profesionalidad y valentía de la que habéis hecho gala, (puedo dar fe de ello)
No entiendo al asalariado, que votó a la derecha, por la libertad de las cañas, para ahorrarse 20 euros en impuestos, y ahora cuando no le hacen un PCR y no lo atienden en su Centro de Salud, en vez de rectificar su voto o clamar contra las privatizaciones, van y contratan un seguro médico privado. No saben que la bajada de impuestos no iba para ellos, sino para unos pocos que se ahorrarán miles de euros y no tienen problema en pagarse PCR o el Seguro Sanitario que precisen.
Me temo que después del virus, no cambiará nada. Seguirá siendo nuestra responsabilidad el movilizarnos para defender el Estado del Bienestar. Mucha fuerza y compromiso, que el futuro nos pertenece. La Sanidad Pública se defiende, no se vende.
Salud.
Santiago Donaire
La tirillaLa Sanidad Pública se defiende, no se vende
Para estas fechas lo más propio sería que la tirilla se centrara en recordar lo ocurrido en 2021: COLCE, el tranvía sigue en cocheras, Castillo...