Desde hace tiempo en los principales países de Europa los partidos mantienen un pacto para no apoyarse o gobernar conjuntamente con la extrema derecha. En España vivíamos como si no existieran, hasta la aparición de Vox. Nuestra historia es diferente, en Europa ganaron la última guerra los demócratas y aquí la perdimos y aprendimos que uno puede tener razón y ser derrotado. La derecha española, aún mantiene demasiados lazos con su pasado de connivencia con la Dictadura y por ello nunca tuvo problema en asociarse con los nostálgicos del franquismo, de hecho estaban todos integrados en el mismo partido, el Partido Popular, hasta hace bien poco.
El Partido Popular escenificó de todo con Vox, desde romper relaciones a ignorarlos, pero a la hora de la verdad cuando los números lo requieren se apoyan en ellos para gobernar, nada que ver con sus colegas europeos. Los orígenes comunes marcan mucho.
Lo que no termino de entender es a los llamados partidos de centro o incluso algunas organizaciones locales, recientemente surgidas al abrigo del razonable sentimiento de agravio por el continuo maltrato a esta tierra. Es difícil de comprender, o quizás no, verlos junto a la derecha tradicional flirteando con los negacionistas. El argumento de que “pactaremos con Vox si eso es bueno para Jaén” me resisto a aceptarlo. Vamos a ver, un partido que niega el cambio climático y como consecuencia de ello está en contra de las medidas restrictivas de tráfico en las ciudades, con las llamadas zonas de exclusión, no puede estar por Jaén, pues la salud y el clima de todos son prioritarios.
No se puede pactar con quien niega la violencia machista y quiere impedir las medidas de protección a las mujeres maltratadas, más de la mitad de la población en esta ciudad es mujer. No se puede pactar con quien quiere imponer la barra libre en las extracción de agua de los acuíferos, porque el beneficio de unos pocos puede hacer que se nos seque el grifo a todos. No se puede gobernar con los que no quieren la progresividad de la fiscalidad, eso que la Constitución establece, de que deben contribuir más los más tienen. No te puedes apoyar en los antivacunas o los que salían a la calle cuando las autoridades sanitarias nos obligaban a quedarnos en casa.
Su mal llamada libertad está basada en hacer lo que les dé la gana (la suya) algo que por lógica va contra cualquier convivencia. Nunca ir con ellos será bueno para Jaén.
Salud.