La tirilla

Santiago Donaire

Quitemos las vallas

En las ciudades mediterráneas la vivienda era el lugar donde guarecerse para dormir, el resto del tiempo la vida se hacía en la calle, que era nuestro...

En las ciudades mediterráneas la vivienda era el lugar donde guarecerse para dormir, el resto del tiempo la vida se hacía en la calle, que era nuestro salón, la sala de juegos, el comedor donde todas las tardes tomábamos el bocadillo, la zona de descanso y tertulia donde sacar la silla. Todo cambió con la aparición del coche en el siglo pasado, se adueñaron del espacio público, lo precisaban para circular y sobre todo para aparcar, una modernidad que no fue tal.

El confinamiento por la pandemia del Covid, puso al descubierto algo que ya conocíamos y es la baja habitabilidad de nuestro parque inmobiliario, a diferencia de los europeos del norte que poseen viviendas adaptadas a vivir encerrados por su clima extremo.
En lugares como Jaén, donde la superficie ocupada por la ciudad ya cubre holgadamente las necesidades de la población, las estrategias inmobiliarias deben encaminarse a revalorizar el patrimonio existente mediante intervenciones que den valor a los edificios actuales y a los espacios públicos, aumentar la habitabilidad. Hay que salvaguardar nuestra alta densidad de población, que garantiza la sostenibilidad y seguridad de nuestros barrios, la diversidad social, cultural y económica. Hay que evitar la creación de guetos.
En tanto no haya un modelo de ciudad asumido por todas las fuerzas políticas, al menos un acuerdo de mínimos, que garantice su continuidad más allá de quien gobierne, lo tenemos jodido.

Voy a proponer actuaciones para unificar espacio público con independencia de la administración al que pertenezca, para ponerlo a disposición de los vecinos, que son sus propietarios. sin desvirtuar la configuración de los barrios, sin grandes costes, solo se precisa romper vallas.



Ruta Mercado San Francisco a la Magdalena:

1. Unificar el patio trasero de la Diputación con la calle Joaquín Tenorio y la entrada del aparcamiento del Mercado, una plaza sombreada con grandes árboles caducos.
2. Unir el jardín delantero de la Escuela de arte José Nogué con la calle Martinez Molina, esta propuesta creo que ya está madurada.
3. En la Plaza de Santiago llevar a buen puerto la propuesta del equipo de Gobierno Municipal, un edificio, aparcamiento y jardines.
4. APA III, dejarse de milongas que ya llevamos 20 años, un jardín andalusí poniendo en valor los restos arqueológicos.
5. Plaza de los Rosales: Demoler el bodrio de Centro de barrio, no faltarán locales para albergarlo y ganar espacio para los niños.
6. Patio Asociación de Vecinos Puerta de Martos, quitar esa valla que parece el gueto de Varsovia y compartir el espacio con todos los vecinos.


Que pertenezcan a diferentes administraciones no dejan de ser espacios públicos, de todos y todas. Si alguien teme el vandalismo, pues que pongan seguridad, siempre pública y de camino se cumple con la promesa compartida de tener policía de barrio.

Salud.