Salvemos Doñana

La Reserva Biológica de Doñana fue creada mediante una generosa aportación económica por parte del Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF), lo que permitió la constitución del Parque Nacional y su posterior declaración como Patrimonio de la Humanidad.
Ahora ante la captación ilegal de agua de las marismas, la Unesco amenaza con retirar la declaración de Patrimonio de la Humanidad. La Comisión Europea también advierte con los tribunales internacionales.
A las llamadas de atención de los organismos internacionales hay que sumar el peligro que corren todos los cultivos de Huelva. El mercado de los afamados frutos rojos, tienen sus principales clientes en Europa, donde los consumidores valoran los productos procedentes de cultivos con prácticas sostenibles y responsables. Los agricultores que cumplen, se juegan el futuro pues la irresponsabilidad de unos pocos puede echar por la borda un negocio hasta ahora floreciente.
El planeta y sus recursos, son finitos, no nos pertenecen, los compartimos con las futuras generaciones. No hay granja o cultivo que justifique acabar con la vida en el Mar Menor, desertizar el olivar o desecar las marismas del Guadalquivir. La “Libertad” de perforar, extraer, quemar, roturar, desecar, contaminar… no es libertad, es expolio.
Que la extrema derecha marque el paso al resto de partidos de derechas no sería un gran problema si solo les afectara a ellos, pero gobiernan en competencias que nos afectan a todos, inciden en los derechos, la salud, en el medioambiente… En Huelva, Vox olió rédito electoral entre los agricultores cabreados por la amenaza de cierre de pozos ilegales y les prometió la regularización de las explotaciones. PP y Cs para no quedarse atrás en las próximas elecciones se montaron en el carro y también prometieron la legalización. Quieren gobernar a cualquier precio, lo demás no les importa.
La abstención del Psoe de Andalucía, en contra del Psoe de España, es un gran error, una contradicción de quien se define como ecologista. Desdibuja su posición ante la derecha que coge aire con ello. Además es poco inteligente, pues si las pretensiones son ganar un puñado de votos en Huelva, serán muchos más los que se pierdan por permitir semejante atrocidad. De todas formas aunque le fuera rentable, es mezquino entrar en ese mercadeo de votos.
Los principios siempre antes que la militancia, ¡ya está bien de determinismo! Hay que parar la desecación de Doñana por las extracciones ilegales. No se puede premiar al que incumple, al que delinque. Ser ecologista no es una declaración, es una actitud permanente de respeto ante la sostenibilidad del planeta. En un futuro sin marismas, sin tierra, sin vida, a nadie le importará quien ganó las elecciones de Andalucía en 2022. Conmigo no.
Salud.