Mediodía en la provincia de Jaén

Inmaculada Herrador

La brecha de género en el mercado laboral jiennense

Opinión de Inmaculada Herrador


El viernes pasado, 8 de marzo, se celebraba el Día Internacional de la Mujer. Ese día se conmemora la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como personas, en pie de igualdad con los hombres.

Hay quien puede pensar que ya no es necesario salir a la calle el 8 de marzo, que bastantes derechos hemos conseguido ya las mujeres, pero la realidad es que en muchos países esos derechos aún no se han alcanzado, o ni se atisban, y que en otros como España aún existiendo igualdad legal no existe igualdad real.



Si miramos al mercado laboral jiennense, por ejemplo, es cierto que se han reducido las distancias entre hombres y mujeres en tasa de actividad, en tasa de paro, en el salario medio o en número de mujeres autónomas o en aquellas que crean una empresa, pero aún hay una diferencia de más de 14 puntos porcentuales entre los activos masculinos y los femeninos, más de 5 puntos en tasa de paro y un 15,15% en el salario medio, el 66% de las afiliaciones al régimen de autónomos de la Seguridad Social son de hombres y sólo el 18,30% de quienes fundaron una empresa en 2023 fueron mujeres. Y todo esto a pesar de que en la Universidad de Jaén más del 60% de las personas que se titulan son mujeres y de que en nuestra población mayor de 16 años ya hay más féminas con estudios superiores que varones.

A que se reduzca la brecha de género en el mercado laboral español y jiennense han contribuido, además de la educación y la capacitación de las mujeres, las leyes de igualdad salarial, las políticas de conciliación laboral y familiar o las acciones para promover la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad y en sectores tradicionalmente masculinos.

El cambio cultural y social que se ha producido en nuestra sociedad y las medidas que se han ido adoptando en pro de una mayor igualdad no hubieran sido posibles sin el activismo de muchas mujeres, y también hombres, feministas que han luchado para que así fuera. Sin embargo, aún queda mucho camino por andar y en los derechos alcanzados, salvo que se blinden en la Constitución, como lo ha hecho Francia con el aborto, se pueden dar pasos atrás y, de hecho, se dan, por lo que tenemos que seguir trabajando, para continuar avanzando en igualdad y reducir las brechas que aún existen.