Amigas y amigos este fin de semana hubo otra gran fiesta del aceite temprano. Con presencia de todas las instituciones de la provincia y políticos de todos los colores. Somos el corazón de Andalucía, el mayor olivar del planeta, entre tradiciones ancestrales y una economía verde que mira al futuro.
Nuestros 66 millones de olivos, son el tapiz verde que domina nuestra geografía y escribe
nuestra historia. Este mar verde se pierde hasta el último rincón de Jaén, e impulsa nuestra economía, dicta las costumbres y perpetúa la cultura. Aquí, donde la tierra se integra con el olivo, cada gota de aceite cuenta la historia de un legado que se ha mantenido vivo desde tiempos romanos, floreciendo bajo la influencia árabe, y que hoy en día, sigue siendo el corazón palpitante de nuestro día a día.
La provincia de Jaén produce más aceite de oliva que cualquier otro lugar del mundo, nuestro Picual, famoso por su robustez y alto contenido de ácido oleico. Es reconocido por su calidad excepcional, sabor y propiedades saludables, avalado por nuestras Denominaciones de Origen “Sierra de Segura", "Sierra de Cazorla", y "Sierra Mágina", y actualmente nuestra IGP garantizando la autenticidad y la excelencia de este producido en nuestra tierra.
Pero seguimos perdiendo población, el reto demográfico es nuestro tendón de Aquiles, somos una potencia verde, Pero, “lo verde” solo es valorado de palabra, por los políticos. Deberíamos tener una mayor defensa de nuestra naturaleza con apuesta decida en favor de las personas viven aquí. Para que la provincia siga siendo verde y con futuro. Deberían unirse como ayer entorno del aceite temprano, todos, pero con soluciones para evitar la sangría de jóvenes, y dar un futuro real a la provincia: norte, sur, este y oeste.
Una propuesta: valoración justa de las labores medioambientales que se hacen en el campo del olivar y forestal. Nuestra agua y aire de calidad, un valor no pagado, favorece a las demás provincias, somos el pulmón de nuestro entorno. Gracias a la naturaleza que
llevamos protegiendo durante siglos. Este legado no apreciado, es el momento de reivindicarlo por el futuro verde de Jaén.