Régimen Abierto

Antonio Avendaño

Andalucía contra Broncano

El programa La Revuelta que conduce el cómico de Orcera es líder de audiencia a nivel nacional, pero el público andaluz le da la espalda

 Andalucía contra Broncano

Foto: RTVE

El jiennense de Orcera, David Broncano.

Aunque el dicho de que nadie es profeta en su tierra acostumbra, como todos los dichos, a ser verdad solo a medias y cuando le conviene, sí parece cumplirse a rajatabla en el caso del showman y cómico David Broncano, nacido accidentalmente en Galicia pero asentado en la localidad serrana de Orcera desde su primera infancia. De hecho, seguramente muchos vecinos de la provincia encontrarán un cierto aire de familia en el tono general y en ciertos tics humorísticos de Broncano, cuyo estilo pide ser encuadrado en esas coordenadas de sobriedad equívoca y algo socarrona tan propias del humor jiennense, más cercano, pongamos por caso, a la ironía y retranca del humor manchego que al chispeante e ingenioso bullicio de los humoristas de la baja Andalucía.

El de Orcera ha estrenado recientemente, como se sabe, programa de humor en La 1 de Televisión Española, alcanzando índices de audiencia que los expertos en programación televisiva consideraban poco menos que imposibles teniendo en cuenta el perfil histórico más bien viejuno de los espectadores de la cadena pública. Se equivocaron los agoreros: La Revuelta le viene dando cada noche un pequeño revolcón a El Hormiguero, el programa de Antena 3 que ha sido desde hace años líder indiscutible de la cotizada franja ‘prime time’ de las cadenas españolas. Aunque no siempre gana La Revuelta y cuando lo hace suele ser por muy poco, lo novedoso del caso Broncano es que ha arrastrado hasta la pantalla convencional al público joven que ya lo seguía en La Resistencia, el programa con el mismo formato que el humorista venía conduciendo con éxito en Movistar.

Pero lo singular del caso es que Broncano no es profeta en su tierra, en el sobreentendido de que su tierra es Andalucía y no específicamente Jaén. Broncano bate solo por muy poco a Pablo Motos por culpa de Andalucía, donde sus índices de audiencia suelen estar muy por debajo de la media cosechada por su programa a nivel nacional. Los datos avanzados por la consultora audiovisual Barlovento Comunicación así lo corroboran:



El jueves 10 de octubre La Revuelta lograba una cuota media de pantalla del 17,3 por ciento y 2,28 millones de espectadores en España, frente al 15,8 obtenido por El Hormiguero; sin embargo, los datos andaluces de esa noche fueron muy distintos: solo un 12,4 para Broncano frente a un 19,2 para Motos.
Las cifras de audiencia de otros días confirman esa misma tendencia de fortaleza del de Orcera en España y su debilidad en Andalucía: el miércoles 9 de octubre Broncano logró en el global español un 16 por ciento y 2,087 millones de espectadores frente al 15,8 y 2,036 millones de Motos. Los datos andaluces de esa misma noche son reveladores: 11,2 por ciento y 272.000 espectadores para Broncano frente a un 20,5 por ciento y 503.000 para Motos, ¡casi el doble!

Y el día anterior, martes 8, misma tónica: en España, un 14,9 por ciento y 1.957.000 espectadores para Broncano y un 14,3 y 1.839.000 para Motos; esa misma noche en Andalucía: un 11 por ciento y 269.000 espectadores vieron La Revuelta, mientras que la media de El Hormiguero fue de un 20,4 por ciento y 513.000 espectadores. Resumiendo: la derrota que viene sufriendo Motos cada noche sería mucho más contundente y abultada de no contar como cuenta como la ‘excepción andaluza’.

Estaría bien conocer los datos provincializados, pero no están disponibles. Aun así, los que acabamos de aportar son suficientes para certificar el agujero andaluz en el mapa de audiencias de Broncano. Aunque no es fácil dar con las causas últimas, la debilidad estadística de La Revuelta no es una excepción en el historial televisivo andaluz: al humor de un Broncano o un Buenafuente, a ese humor inteligente y, digamos para entendernos, sofisticado le cuesta competir por los primeros puestos en la preferencia de los televidentes andaluces, más proclives a partirse el pecho con el humor más bullanguero pero de menos quilates que practican cómicos como, pongamos por caso, Los Morancos.
En los tiempos anteriores al Año I inaugurado con la conquista de San Telmo por las huestes conservadoras capitaneadas por Juan Manuel Moreno, los comentaristas televisivos de los periódicos andaluces de referencia acostumbraban a asociar la falta de refinamiento de la audiencia de Canal Sur con el poder socialista, que deliberadamente habría apostado por una programación viejuna y casposa como vía para adormecer y tener sometido al sufrido pueblo andaluz. Pronosticaban aquellos cráneos privilegiados que cuando el PP llegara al poder la modernidad irrumpiría sin trabas en los platós de Canal Sur, favoreciendo la configuración de una audiencia de perfiles por fin homologables a los del resto del país.

Por supuesto, no ha sido así. Canal Sur sigue siendo Canal Sur: en realidad, ha acabado siendo mucho más Canal Sur de lo que nunca lo fue. Y tampoco lo gustos del público televisivo andaluz han cambiado, lo cual dicho sea de paso, tampoco es ninguna tragedia: al fin y al cabo, estamos hablando de televisión, sea Televisión Española o sea Canal Sur, y estamos hablando de humor, sea Broncano, Motos o Los Morancos.