La actualidad de nuestro tiempo está dominada a golpe de titulares de noticias. La inmensa mayoría de los lectores no llegan a leer los artículos, les basta con el titular, suficiente para dotarse de argumentos en sus debates. La prensa sensacionalista, amarilla y creadora de bulos convirtieron al titular manipulador en su gran herramienta para servir a inconfesables intereses económicos o electorales.
El titular falso, la fake news, el meme mentiroso, el video recortado, salen de unas pocas manos que lo mueven todo y a partir de ahí se propaga en minutos por las redes sociales, como una mancha de aceite que termina en la mayoría de nuestros móviles. Los más son muy burdos y los puedes eliminar de entrada, otros precisan que le dediques un tiempo para contractarlos con fuentes fiables y aun así a veces te cuelan un gol, bien por sus habilidades o bien porque te cogen en horas bajas. Me ocurrió la semana pasada y tardaré en olvidarlo, pues contribuí a propagar una noticia falsa, que dañaba la imagen de una persona y su organización. Lo que más me duele es haber propiciado su propagación, a través de gente que confiaba en mí. No puedo viajar en el tiempo para evitarlo, solo me quedan las disculpas y redoblar para el futuro las medidas de seguridad. Que bien nos vendría a veces tener cerca al profesor Doc y su DeLorean.
Vivimos en un mundo de medias verdades, donde la manipulación lo impregna todo y se sirve de los medios de comunicación y las redes sociales, os pongo algunos ejemplos.
Como manipulan a trabajadores mileuristas para que defiendan la bajada de impuestos que solo beneficia a las rentas más altas, cuando sabemos que quedarán doblemente empobrecidos al acabar con los servicios públicos que se financian con los tributos. Asocian el lucir la enseña nacional con ser patriota, mientras la pasta la tienen en paraísos fiscales.
Hablan de ETA para que no nos fijemos que la economía va bien, si se genera empleo desvían la atención a Cataluña o Venezuela. Cuando la corrupción de años y años les envuelve, son capaces de arrogarse en adalides de la virtuosidad cargando contra el caso del oponente.
Vamos al supermercado que se publicita comprometido con el medioambiente, pues sus bolsas son de papel reciclado al igual que la nota de la caja registradora, mientras tanto el carrito lo llevas llenos de fruta y verdura en bandejas de porexpan envueltos en celofán, la carne y el pescado en tapes de plástico o agua en botellas de PET. La publicidad de una importante multinacional petrolera que coloca en las marquesinas de sus instalaciones placas solares, queriendo así hacernos olvidar los millones de toneladas de CO2 y compuestos nitrosos que lanzan sus productos bituminosos.
Están contra los migrantes pobres y carecen de escrúpulos para explotarlos. Nos cuentan que vienen a robarnos, a ocupar nuestra casa, y con la falsa inseguridad creada nos venden costosos sistemas de seguridad.
No hay mentira más perjudicial que la verdad camuflada.
Salud.