La tirilla

Santiago Donaire

Zona de Bajas Emisiones

La liberación de espacio público que se conseguirá con la reducción del tráfico y de los aparcamientos abre una oportunidad a intervenciones urbanísticas

Hoy en la tirilla me puse la gorra de técnico en movilidad y es que a la altura que estamos es preocupante el bajo grado de cumplimiento de la implantación de Zonas de Bajas Emisiones ZBE. La Ley del Cambio Climático y Transición Energética obliga a todas aquellas ciudades y municipios de España que superen los 50.000 habitantes (más del 50% de la población española), a establecer una Zona de Bajas Emisiones en 2023, pero a unos días de acabar el año la realidad es que solo unos pocos municipios lo han cumplido.

Podría echar la culpa de su no cumplimiento a la derecha que gobierna la mayoría de ayuntamientos, pero faltaría a la verdad, pues el incumplimiento es generalizado. La única diferencia es que los ayuntamientos de izquierdas incumplidores, no lo hicieron en su mayoría por miedo al desgaste político, a la oposición vecinal. Mientras en la derecha afloran sus convicciones negacionistas del cambio climático (acordaros como decían adorar los atascos) y a ese singular concepto de entender la Libertad, como hacer lo que te da la gana, por encima de las normas de convivencia.



El caso es que a estas alturas nadie hizo la más mínima labor pedagógica para explicarnos en que consiste, que limitaciones y ventajas tiene la Ley. Sin duda son muchas como mejorar la calidad del aire, el ruido y con ello nuestra salud. Contribuir a reducir la emisión de gases de efecto invernadero. El cambio modal hacia modos de transporte más sostenibles. La recuperación del espacio público y el impulso de la eficiencia energética en el uso de los medios de transporte. No entiendo que algo que nos beneficia a todos no se explique y difunda. Vecinas y vecinos es bueno para todo el mundo.

Hay varias posibilidades de diseñar la ZBE, pudiendo realizarse en zonas muy concretas de la ciudad con limitaciones más fuertes o con más extensión y restricciones más leves. En síntesis es la aplicación de restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire, mitigar las emisiones de gases efecto invernadero y todo ello de acuerdo con la clasificación de los vehículos mediante una etiqueta identificativa.

El acceso y las restricciones de cada ZBE dependen de cada municipio, pero por norma general los coches de etiqueta C y B pueden acceder a estas zonas siempre y cuando no aparquen en la calle, sino en un aparcamiento público como así sucede, por ejemplo, en Madrid. Para los ECO y los Cero no hay ninguna restricción y para los sin etiqueta nos quedamos fuera.

Además, la liberación de espacio público que se conseguirá  con la reducción del tráfico y de los aparcamientos abre una oportunidad a realizar intervenciones urbanísticas que mejoren la habitabilidad de los barrios, faciliten la renaturalización urbana y reduzcan el efecto “isla de calor” que afecta de manera creciente a nuestras ciudades.

Lo comparo con la ley del tabaco, acordaros que la liaron parda, se les acababa el mundo y hoy es aceptada sin fisuras por todo el mundo, me pongo malo solo recordar el infierno que era entrar a un bar o restaurante o ir al trabajo y tragar humo. Pues lo mismo, pero hay que hacer labores de divulgación, no se prohíbe la circulación de coches, solo se limita el uso de los más contaminantes.

Salud.